Rincones con estilo
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El acero inoxidable ha encontrado su lugar más allá de las cocinas y baños, infiltrándose con elegancia en los espacios más inesperados del hogar y la oficina. A veces parece que su uso sólo puede ser industrial, pero es innegable que su presencia como elemento de diseño impacta positivamente a la estancia en la que se sitúa, siendo capaz de transformar el ambiente con su sofisticación y estilo.
En casa, las mesas del comedor y auxiliares encuentran en el acero inoxidable un aliado inesperado. La combinación con madera o vidrio crea una armonía visual difícil de lograr con otros materiales. No se trata solo de su resistencia al uso diario, la sensación de orden y claridad que transmite es notable. En espacios abiertos o lofts, estos muebles se convierten en el punto focal, la pieza en torno a la que se articulan el resto de elementos.
En la oficina, el acero inoxidable impone una estética profesional. Un escritorio con estructura metálica hace que el espacio de trabajo parezca más amplio y dinámico. Las estanterías, con su capacidad para soportar cargas pesadas sin perder su ligereza visual, ofrecen una solución de almacenamiento duradera y estilizada. Incluso en áreas de recepción, los sillones con detalles en inoxidable aportan ese aire contemporáneo y funcional que los hace perfectos para lugares de alto tránsito.

Lo que también nos fascina del acero inoxidable es su capacidad para adaptarse a diferentes estilos. Dependiendo del tipo de acabado que elijamos, se integrará de una manera u otra al entorno. Entre los acabados más utilizados en arquitectura destacan el 2D, de aspecto mate y cierta rugosidad; el 2B, que añade un ligero brillo gracias a una pasada de skin pass; y el BA, que ofrece la mayor reflectividad con la menor rugosidad, debido a su recocido en atmósfera no oxidante. Para aplicaciones más decorativas, el acabado 2M o Emboss introduce patrones grabados en relieve, abriendo un abanico de posibilidades para el diseño. La elección del acabado adecuado requiere considerar factores como la rugosidad y la reflectividad, por lo que se recomienda pactar los parámetros específicos con el fabricante y solicitar muestras antes de la selección final.

Compartimos contigo el artículo de la revista 93 “ARQUITECTURA: ACABADO 2.0” en el que tratamos este tema con mayor profundidad.
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