La instalación de una ducha solar es una excelente forma de ahorrar energía y dinero, ya que en lugar de usar la electricidad para calentar el agua, se aprovecha el sol para esta tarea. 

Cuanto mayor sea el depósito-colector solar, mayor será la cantidad de agua caliente de la que podremos disponer de forma continua. Habitualmente los depósitos de las duchas solares existentes en el mercado suelen partir de una capacidad de almacenaje de unos 15 litros en adelante. 

Para las temporadas en las que no utilizamos nuestra ducha solar, es conveniente vaciar el depósito del agua. Es un proceso sencillo que nos evita problemas en las estaciones de bajas temperaturas ya que, el agua de su interior, podría congelarse y fracturar nuestro depósito. 

La gran mayoría de duchas solares, como las que fabrica CRM, son de acero inoxidable. Teniendo en cuenta que se suelen instalar en exteriores, en contacto con agua y cloruros, el uso del inoxidable es primordial para hacer frente a los problemas que pudiesen surgir de corrosión. 

Algo que no podemos olvidar es la importancia de la limpieza y ubicación del dispositivo. Parece obvio pero, cuanto más limpio esté el colector solar, más efectivo será el proceso de calentamiento.

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