La instalación de un ascensor es un proceso técnico que involucra diversas etapas cuidadosamente planificadas para garantizar la seguridad, la eficiencia y la funcionalidad del sistema. 

Los materiales utilizados, como el acero inoxidable, juegan un papel crucial tanto en términos estructurales como estéticos, siendo clave para asegurar la durabilidad y la calidad del ascensor a corto y largo plazo.

Proceso de instalación de un ascensor

El proceso de instalación de un ascensor varía según el tipo de edificio y del ascensor que se vaya a utilizar (de tracción, con sala de máquinas, hidráulico, etc…) pero generalmente, todos siguen los siguientes pasos:

  • Evaluación del espacio y diseño del proyecto

Antes de comenzar la instalación, es fundamental realizar un análisis del edificio. Los ingenieros revisan los planos arquitectónicos para determinar la ubicación del hueco del ascensor, el espacio para la maquinaria y los requisitos estructurales específicos. En algunos casos, es necesario modificar la estructura del edificio o reforzar ciertas áreas para cumplir con los códigos de seguridad y normativas locales.

Durante esta etapa, también se selecciona el tipo de ascensor más adecuado según el uso previsto, la altura del edificio y el flujo de personas.

  • Preparación del hueco del ascensor, cuando sea necesario

Una vez definido el proyecto, se realiza la construcción o adaptación del hueco del ascensor. Este espacio, que debe cumplir con estrictos estándares de seguridad, es por donde se desplazará la cabina. En el caso de edificios existentes, este paso puede implicar obras significativas de adecuación, mientras que en nuevas construcciones suele estar previsto desde el diseño inicial. También hay casos, por falta de espacio en el interior del edificio o por apreciar las vistas que ofrece el exterior, que se instalan por fuera de la construcción. 

  • Instalación del sistema de guías y contrapesos

Las guías son rieles verticales por los que se desplazará el ascensor. Estas guías deben instalarse con precisión para garantizar que la cabina se mueva de manera suave y estable. A su vez, se coloca un sistema de contrapesos que equilibran la carga del ascensor, reduciendo el esfuerzo del motor y mejorando la eficiencia energética del sistema.

  • Montaje de la maquinaria

Dependiendo del tipo de ascensor, la maquinaria puede ubicarse en una sala de máquinas o estar integrada en el propio hueco. Es fundamental, ya que es la encargada de controlar la velocidad, la tracción y el frenado, entre otras cosas. 

  • Instalación de la cabina del ascensor

Aquí es donde el acero inoxidable entra en juego como material clave. El revestimiento de acero inoxidable, tanto del interior como del exterior de la cabina, proporciona resistencia al desgaste diario, soporta la exposición constante al tráfico de personas y es resistente a la corrosión. 

A su vez, es capaz de mantener sus propiedades mecánicas a altas temperaturas sin deformarse ni romperse, por lo que en caso de una emergencia, su resistencia al fuego y a daños mecánicos garantiza que el ascensor mantenga su integridad estructural, protegiendo a los ocupantes.

  • Instalación de puertas y sistemas de seguridad

Las puertas del ascensor se colocan junto con los sistemas de seguridad, que incluyen sensores de cierre de puertas, mecanismos de frenado de emergencia y sistemas de comunicación. Estos dispositivos están diseñados para cumplir con estrictas normativas de seguridad y proteger a los usuarios.

  • Conexión eléctrica y pruebas de funcionamiento

El sistema eléctrico del ascensor se instala para controlar la operación del mismo. Incluye la alimentación de energía al motor, los botones de llamada, comúnmente de inoxidable por su condición antibacteriana, y las luces del ascensor. Posteriormente, se realizan pruebas exhaustivas para garantizar que el ascensor funcione correctamente, asegurando que todos los componentes mecánicos, eléctricos y de seguridad estén en óptimas condiciones.

  • Inspección final y puesta en servicio

Finalmente, el ascensor debe pasar una inspección por parte de una autoridad competente para garantizar que cumple con las normativas de seguridad y está listo para su uso. Una vez superada esta inspección, el ascensor se pone en funcionamiento.

El inoxidable está presente en varias fases del proceso constructivo, ofreciendo un plus estético, funcional y de seguridad. La gran oferta de acabados que hay y la facilidad de limpieza, lo convierte en la opción perfecta para mantener una estética higiénica y atractiva que se mantiene a lo largo del tiempo. ¡Ojo en este punto! El inoxidable es fácil de limpiar, si sabes cómo. Por si acaso, te dejamos una guía de https://www.cedinox.es/export/sites/cedinox/.galleries/publicaciones-tecnicas/Cleaning_SP.pdf